Recetas para la Vida • 27 marzo, 2015
Por Becky Krinsky
La actitud es más importante que la apariencia, las
habilidades o las aptitudes. Ni los hechos, ni la educación, el dinero,
las circunstancias, los fracasos o los éxitos definen tanto a la persona como
la actitud que tome ante lo que le sucede.
No se puede cambiar el pasado, mucho menos se puede
controlar como actúan las personas a tu alrededor, tampoco se puede cambiar lo
inevitable, ya que son situaciones fuera del alcance humano, entonces no hay
por qué insistir.
La actitud personal es lo único propio que cada quien
puede cambiar y/o controlar. Las actitudes son el resultado de las emociones
que generan los pensamientos. Cuando tienes pensamientos positivos, las
actitudes serán efectivas y emocionalmente nutritivas. Pero cuando tus
pensamientos son negativos, las acciones también lo serán.
Hay que tener cuidado con lo que uno deja entrar a su
mente.
Para pensar positivamente, es importante reconocer los
aspectos físicos, es decir, lo que sucede, lo que se siente, o sea, todo lo que
es concreto; Pero, también es necesario reconocer los factores emocionales y
sentimentales, aspectos más difíciles de entender ya que no se pueden ver ni
tocar.
Una persona enferma se recupera más rápido cuando
tiene una buena actitud. En lugar de reprochar o sentir enojo, busca la manera
de pensar cosas que le ayuden a sanar; como el poder agradecer que tiene una
familia que lo cuida, que tiene un buen médico y hasta el simple hecho que está
despierto. En cambio, una persona que se indigna porque se enfermó, solo busca
más pretextos para mortificarse y por lo tanto, su recuperación es más lenta y
difícil. Ser una persona positiva balancea y crea una actitud de
esperanza crucial para cualquier recuperación.
Para llegar a trabajar con ganas y ser eficiente, es
importante sentir tranquilidad, estar a gusto con el equipo, saber que es
bien recibido y valorado. El trabajo ayuda y mejora la calidad de vida. Por lo
tanto, es conveniente asegurarse de tener la mejor actitud.
Para tener un hogar feliz, es importante ver todo lo
bueno que se tiene — no enfocarse en las carencias — y siempre buscar razones
para agradecer y darle detalles a su familia.
Para tener una buena relación de pareja es esencial
enfocarse en todos los aspectos nobles, gratos y sensibles de la persona.
Cuando uno solo critica, se busca el error y la queja, la relación no solo se
daña, también genera mala energía y se termina perdiendo a la persona querida.
Una persona puede cambiar, mejorar o estropear las
relaciones que tiene dependiendo de la actitud que tenga. En realidad la
actitud no es lo único importante para vivir bien, la actitud es TODO lo que se
necesita.
La Receta:
“Una buena actitud”
Ingredientes:
- 1 taza de buena disposición — predisposición para actuar positivamente
- 1 taza de gratitud — agradecimiento y reconocimiento por lo que se tiene
- 2 cucharadas paciencia — entender que las cosas tienen su tiempo
- 1 manojo de gentileza — sensatez y respeto con los demás
- 1 rebanada de esfuerzo — tomar conciencia y trabajar continuamente
- 2 racimos de reconocimiento — valorar la importancia de ser positivo
Recomendación del chef:
Hoy me hago responsable de todo lo que pienso,
digo y hago. Voy a nutrir mis pensamientos y elegir solo pensar en positivo. Si
mi actitud me va ayudar a tener una mejor calidad de vida, yo voy procurar a
que me actitud sea la más adecuada y positiva posible.
Modo de preparación (Cómo se logra una buena actitud):
1. Ser el primero en tratar
adecuadamente a los demás logra una mejor actitud. Tener una buena actitud, llegar con
una disposición positiva, ser amable y regalar una cálida sonrisa, suaviza
hasta a las relaciones con las personas más duras de tratar.
2. Recuerda que el beneficio es mayor
para quien tiene la mejor actitud. Una buena actitud sana mejor, tiene mejores
oportunidades, y llega más lejos. Los pensamientos positivos generan acciones
efectivas y éxitos favorecidos.
3. Es importante aprender a ser
positivo y gentil. Tener una
disposición a ser objetivo y fomentar la armonía no es una labor fácil,
requiere de mucha práctica y dedicación. En el momento en que esto se logra se
mejora el auto estima primeramente, y también las relacionas personales: todos
salen ganado.
La energía es una fuerza dinámica que se multiplica;
si uno es positivo, el sentimiento de bienestar y felicidad se incrementa, pero
si se es negativo, sucede todo lo contrario.
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