Según los expertos, las máscaras ayudan a la gente a quedar bien.
Usarla en exceso para afrontar situaciones
cotidianas puede ser peligroso, según psicólogos.
¿Se ha preguntado
en algún momento cuántas veces al día se pone la máscara para mostrar una cara
que no es la suya, sino algo que le interesa proyectar?
Prácticamente no
hay seres humanos exentos de hacerlo. Aunque la intención sea inofensiva, en
algún momento la gente se pone la máscara como un mecanismo de defensa, por
instinto de conservación o simplemente para proteger su autoestima.